Famosa por ser la capital de Italia, Roma sorprende al viajero por su cultura, donde todo lo clásico, el barroco y lo renacentista se entremezcla en todo el casco histórico de la urbe.
Vale señalar que cuando uno llega de vacaciones a Roma, le es irresistible querer conocer los más importantes encantos de la ciudad, como es el caso del Coliseo Romano. Para ello es mejor escoger hoteles en Roma que se sitúen en un sitio céntrico o bien estén bien comunicados con la urbe.
Roma, la ciudad de algunos de los monumentos más famosos del mundo, como el Coliseo o La Fontana di Trevi, es además la ciudad de las mil iglesias; una urbe que es tan particular que cobija en su interior todo un estado –como es el Vaticano-; aparte de todo esto, es famosa por ser capital de un país con una de las cocinas más reconocidas a nivel internacional.
Cuando llegue a la Fontana di Trevi, lo más seguro es que encontrará muchas personas a su alrededor, no pudiéndola ver correctamente. Lo ideal es regresar a verla a las dos de la mañana, ya que a ese horario no recibe casi visitas.
También, se puede hacer una visita al Panteón para gozar de su grandeza, o asistir al Pinccio, un mirador muy bonito que se localiza sobre la Plaza del Pueblo.
Otra opción es el paseo por Villa Borghese, el cual es altamente aconsejable para aquellos que deseen permanecer del ruido. Si viene aquí no se pierda las magníficas fuentes que se localizan desperdigadas por todo el parque.
Si camina por la Plaza Venecia, a su lado izquierda se sitúa el Guetto, más conocido por ser el barrio judío de Roma. Este se caracteriza por ser hermoso y poco turístico.
Para terminar, el Vaticano les brinda a los viajeros visitas guiadas a las necrópolis subterráneas de la ciudad. Generalmente, se trata de un atractivo que pocas personas conocen, a pesar de que representa una experiencia muy fuerte de vivir.
Anímese a viajar a Roma y pase unas vacaciones inolvidables.