Son numerosos los países que viven situaciones desastrosas que cambian el curso de su historia, más aún cuando se trata de grandes potencias mundiales. Por la proximidad en el tiempo y por la relevancia socioeconómica de los Estados Unidos, podemos destacar el atentado a las Torres Gemelas producido en el año 2001, pues aunque haya pasado más de una década, aún tenemos grabadas en nuestra retina las imágenes de los aviones estrellándose contra una de las zonas más importantes de Nueva York, “TheWorldTrade Center”. Ahora, después de doce años, un nuevo “WorldTrade Center” se alza en el lugar de los hechos para homenajear y recordar por un lado a las víctimas fallecidas, y por otro para seguir mostrando la visión mundial de magnificencia que siempre han querido transmitir los norteamericanos.
Con ese gran edificio de más de 540 metros de altura, Nueva York pretende recuperar la alegría y el día a día reinantes hasta 2001. Dicho Centro Mundial de Comercio está coronado por una aguja plateada que simboliza la cúspide de un edificio emblemático rematado con una luz LED visible a varios kilómetros.Ante la gran expectación suscitada por este edificio, una gran cantidad de las oficinas que lo forman ya han sido elegidas por numerosas empresas relevantes en los Estados Unidos.
El lugar que ocupaba el primer “WorldTrade Center”, que incluía diversas construcciones en Manhattan, queda reemplazado por este nuevo edificio del que hablamos y que ya se ha convertido en el más alto de Estados Unidos, con un total de 100 pisos. Lo que sí se echa de menos es las Torres Gemelas -los edificios más altos del mundo en aquel momento-, derribadas en el atentado y que fueron construidas en la década de los años 70. Como también se echa en falta una serie de edificios que quedaron dañados por las explosiones y que tuvieron que ser derruidos posteriormente.
Sin embargo, uno de los aspectos más desconocidos del “WorldTrade Center” es que el atentado a las Torres Gemelas en el que murieron más de 2.700 personas no fue el único desastre que sufrió la zona, pues ya en febrero del año 1975 se produjo un incendio y en el mismo mes, pero de 1993, fue escenario de un atentado bomba. Cinco años después, un robo de gran envergadura volvía a centrar la atención de los medios de comunicación. Ese 1998, el “WorldTrade Center” fue privatizado a través de una licitación pública con la que una compañía privada pudiese llevar el edificio. La empresa seleccionada a la que se le otorgó la gestión del “gigante neoyorquino” fue SilversteinProperties.
Sea como sea, lo cierto es que a pesar de la magnitud del nuevo WorldTrade Center y a pesar también de toda la actividad económica y financiera que alberga, nadie podrá olvidar aquél otro “WorldTrade Center” que todos vimos venirse abajo con el atentado islamista que cambió el sentimiento de los americanos tras padecer un golpe tan bajo, un hecho que sin duda, contribuyó a fortalecer los lazos entre los ciudadanos del “otro lado del charco”.