La región de Sicilia posee paisajes muy diversos, que incluyen desde los templos de Agrigento hasta las laderas del Etna. Es un sitio perfecto tanto para los amantes de la historia como para aquellos que buscan unas vacaciones costeras.
El elemento que domina el paisaje siciliano es, sin dudas, el Etna, el volcán activo más alto del continente europeo. Partiendo desde Catania, se recomienda ir al Rifugio Sapienza, desde donde se puede acometer el ascenso al volcán, hasta la torre del Filósofo. La excursión lleva unas 5 horas en total, y el camino es muy complicado, ya que se camina por cenizas mezcladas con guijarros.
La costa norte de Sicilia cobija al refinado poblado de Cefalú, que se asoma al mar desde el extremo de una colina rocosa. Para gozar de unas panorámicas impresionantes de la bahía, se debe llegar hasta la Rocca. Además, es posible disfrutar de los arenales que circunscriben Cefalú, como las de Spiaggia Mazzaforno y Spiaggia Settefrati.
Asimismo, no te puedes perder Taormina, una bella localidad que se ubica junto a un desfiladero y tiene numerosos jardines con vista al mar. Uno de los más vistosos es el de la villa Communale. Conoce además el teatro griego y el Duomo, en cuyo interior alberga pinturas de artistas locales.
Por su lado, la costa sur, con sus amplias playas y sus numerosas calas, resulta ideal para las estancias tipo balneario en un paraje que aún se mantiene distante de la saturación hotelera. No hay que perderse la visita a Sciacca, una pequeña población costera que conserva su atractivo tradicional.